República Dominicana y Venezuela las unen lazos históricos que nos convierten en países hermanos, desde que Juan Pablo Duarte decidió exiliarse y morir en esa nación suramericana. A partir de entonces, la confraternidad de los dos pueblos ha sobrevivido a los conflictos políticos, diplomáticos y a sus gobernantes, teniendo a la música dominicana como una conexión amorosa que ha perdurado durante décadas.
En 1937, Luis María Frómeta, conocido como Billo Frómeta, llegó a Venezuela con su orquesta Santo Domingo Jazz, sembrando el merengue en el corazón de los venezolanos, radicándose en ese país con la Billo’s Caracas Boys.
Lo más reciente: el evento artístico, realizado el pasado fin de semana, en el Poliedro de Caracas, en donde se le rindió homenaje a Rubby Pérez (fallecido el 8 de abril en la tragedia de la discoteca Jet Set), puso, de nuevo, en el mercado a los intérpretes del merengue dominicanos y la grandiosa aceptación de los venezolanos a nuestros artistas, quienes regresaron a la República Bolivariana por motivo del agasajo a "La Voz más Alta del Merengue".
Bonny Cepeda, Miriam Cruz, Sergio Vargas, Eddy Herrea, Los hermanos Rosario, Fernando Villalona y Jossie Esteban estuvieron entre los merengueros invitados.LA HISTORIA. Para los años 60, cuando el merengue comenzaba a tener otro sonido con El Combo Show de Johnny Ventura y más adelante, en los 70 con Wilfrido Vargas, fue Billo Frómeta quien abrió las puertas a los líderes merengueros para que sus propuestas musicales se destacaran en Venezuela.
En 2018, Johnny Ventura contó cómo Venezuela se convirtió en una segunda patria para los artistas dominicanos. Durante un programa de televisión, en donde estuvo compartiendo con el actor venezolano Víctor Cámara, expuso: “Venezuela en un momento fue la “cuna” de muchos artistas que abrió las puertas a grandes estrellas de la música. Nos abrió la puerta a todo centro, Suramérica y todo el caribe a raíz de justamente de la revolución de abril en 1965. Venezuela fue la cuna de vida de nosotros”.
Ventura no solo se quedó unido por la música a los venezolanos también procreó una hija en esa nación, Euridice Ventura, quien, al momento de su muerte, era su representante internacional. Durante su declaración El Caballo también recordó que fue tratado en ese país como un venezolano, ya que llegaron a otorgarle cédula venezolana, y desde Caracas podía viajar a Colombia, Aruba, al igual que otras naciones de Centro y Suramérica
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