Se nos ha ido Pepe Mujica. El expresidente uruguayo ha fallecido a los 89 años como consecuencia de un cáncer de esófago que le detectaron en abril de 2024 y que se le había extendido al hígado. Él mismo confirmó que se estaba "muriendo" y que no iba a someterse a más tratamientos. "Hasta acá llegué", afirmaba en una entrevista, en la que pedía, literalmente, que le dejaran tranquilo. "Se terminó mi ciclo hace rato. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso", señaló.
Mujica, que presidió Uruguay entre 2010 y 2015, abandonó la primera línea política de forma relativamente reciente, en octubre de 2020, cuando renunció a su escaño en el Senado del país latinoamericano. Un adiós que aprovechó para lanzar una de sus lecciones de vida, con un mensaje a las nuevas generaciones: "Hay que darle gracias a la vida; triunfar en la vida no es ganar, triunfar en la vida es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae", recalcaba entonces.
El también exguerrillero, que recordó las torturas que sufrió durante la dictadura militar, realizó además un alegato contra el odio: "En mi jardín hace décadas que no cultivo el odio, porque aprendí una dura lección que me puso la vida, que el odio termina 'estupidizando', porque nos hace perder objetividad frente a las cosas", aseveró. "El odio es ciego, como el amor, pero el amor es creador, y el odio nos destruye", agregó.
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, José Mujica se crio en una familia de agricultores y desde muy joven trabajó en el campo y se implicó en las luchas sociales. Pronto inició su militancia política, primero en el Partido Nacional, de centroderecha, aunque fue orientándose hacia ideas de izquierdas y marxistas.
En la década de los 60, se unió al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, inspirado por la Revolución cubana y que actuó como guerrilla urbana. El propio Mujica se implicó en esas acciones de guerrilla y fue encarcelado varias veces: la cuarta y última fue en 1972, al principio de la dictadura militar. Pasaría los siguientes 13 años en prisión en condiciones terribles, más de una década en la padeció aislamiento, vejaciones y torturas que marcaron para siempre su visión conciliadora y su defensa de la paz.
Fue excarcelado en 1985, con el regreso de la democracia, e inició entonces su carrera política. Mujica fue elegido diputado en 1995 y en 1999 se convirtió en senador. Posteriormente, se desempeñó como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008, durante el primer mandato de Tabaré Vázquez. Su forma de expresarse, coloquial y directa; su imagen austera; su forma de vida humilde y su espontaneidad y sinceridad le granjearon una gran popularidad y en 2010 se convirtió en presidente de Uruguay.
Durante su mandato renunció a alojarse en la residencia presidencial y permaneció en su chacra junto a su mujer, la también exguerrillera y política Lucía Topolansky, con quien compartía su vida desde su etapa en los Tupamaros y que años después se convertiría, a su vez, en vicepresidenta de Uruguay. La Administración Mujica dejó hitos sociales tan importantes como la aprobación del matrimonio homosexual, la legalización del aborto, la despenalización de la marihuana y la reducción de la pobreza.
La sencillez de José Mujica, su carisma, su estilo de vida austero y sus lecciones vitales le convirtieron en todo un referente para la izquierda latinoamericana e hispanohablante. El exmandatario, cuya familia paterna provenía de Euskadi, mantuvo además siempre una gran relación con España, donde recibió un premio de la Fundación Abogados de Atocha en el año 2018. Preocupado por los desafíos ambientales y defensor de la paz social, vivió sus últimos días como él siempre quiso, en su humilde chacra a las afueras de Montevideo.
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